La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, denunció el martes en la noche la existencia de un supuesto plan orquestado por fuerzas opositoras para derrocar su gobierno democrático-socialista, similar al golpe de Estado de 2009, y afectar el proceso de las elecciones generales previstas para el próximo año.
"Se ha activado un plan para desestabilizar mi gobierno y el proceso electoral venidero", afirmó Castro durante una cadena nacional de radio y televisión, en un contexto marcado por tensiones diplomáticas con Estados Unidos. La semana pasada, la embajadora estadounidense, Laura Dogu, fue señalada por presunta injerencia en los asuntos internos del país.
"Las mismas fuerzas oscuras, tanto internas como externas, que propiciaron el golpe en 2009, se están reorganizando, con el apoyo de medios de comunicación nacionales e internacionales, para intentar un nuevo golpe de Estado, y el pueblo debe estar alerta", subrayó la mandataria.
Castro también reafirmó, tras las acusaciones recientes de la embajadora de EE.UU. hacia altos funcionarios del gobierno de estar vinculados con el narcotráfico, que la estabilidad y seguridad de la nación están en peligro.
La cadena se transmitió pocas horas después de la difusión de un video publicado por InSight Crime, que muestra una reunión de narcotraficantes hondureños con políticos locales, entre ellos Carlos Zelaya, diputado del partido oficialista Libertad y Refundación (Libre) y cuñado de la presidenta.